El museo de sitio se encuentra en la boca de la mina “La Providencia”, la cual llegó a tener una profundidad de 300 metros, en sus diferentes niveles. Esta mina de la que se extraía el oro y la plata, inició su explotación a inicios del siglo XX y dejó de trabajar en 1960.
Alojado en una pequeña casa de la época porfiriana, este simpático museo ofrece una visión de la historia de la minería en la localidad a través de fotografías, documentos y planos, algunos originales de finales del siglo XVIII. Asimismo, se pueden observar diversas fotografías de los tiros más famosos del sitio y equipos e instrumentos utilizados en la extracción del material.
Este singular museo que a través de una colección integrada por fotografías, minerales, planos, herramientas y maquinaria, cuenta la historia de la bonanza que produjo la explotación minera en México.